Muchos cristianos, por tener escasa preparación, pueden creer que Jesucristo es mitad Dios y mitad hombre. Trataremos de explicar lo mejor posible, qué son las dos naturalezas de Cristo y a qué nos referimos cuando empleamos estos términos.
Cuando hablamos de "naturaleza", NO nos referimos al conjunto de las cosas que existen en el mundo o que se producen o modifican sin intervención del ser humano, al principio creador y organizador de todo lo que existe, es decir, la naturaleza de la creación.
Al hablar de naturaleza, nos referimos a la esencia o característica propia del ser, (en este caso, Cristo) y que están relacionados con su manera de pensar, de sentir, de actuar, a la personalidad o carácter que lo hacen ser lo que es. Por ejemplo, el ser humano es un animal racional, nuestro organismo biológico o cuerpo, es similar a los animales, pero lo que nos hace únicos y diferentes a los animales, es la capacidad de razonar, luego entonces, el ser humano es un ser racional, pensante, esa es parte de nuestra naturaleza, la naturaleza humana, lo que nos es propio y caracteriza.
Comenzaremos diciendo que Jesucristo NO es mitad Dios y mitad hombre. Jesús es Dios en carne humana. Él es completamente divino y completamente humano. Esto quiere decir que Jesús tiene dos naturalezas: divina y humana.
Juan 1,1.14
En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios...Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Esto significa que en la misma persona de Jesús existen una naturaleza humana y una naturaleza divina. La naturaleza divina no fue cambiada. No fue alterada. La naturaleza humana de Jesús no fue anulada por su naturaleza divina, ni la naturaleza divina fue absorbida por su naturaleza humana. "Él no es meramente un hombre quien tenía a Dios adentro, ni un hombre quien manifestaba el principio de Dios”. Él es Dios, la Segunda persona de la Trinidad.
Hebreos 1,3
el cual (Cristo), siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa...
Esto significa que en la misma persona de Jesús existen una naturaleza humana y una naturaleza divina. La naturaleza divina no fue cambiada. No fue alterada. La naturaleza humana de Jesús no fue anulada por su naturaleza divina, ni la naturaleza divina fue absorbida por su naturaleza humana. "Él no es meramente un hombre quien tenía a Dios adentro, ni un hombre quien manifestaba el principio de Dios”. Él es Dios, la Segunda persona de la Trinidad.
Hebreos 1,3
el cual (Cristo), siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa...
Colosenses 1,15
Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación.
Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación.
Colosenses 2,9
Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente.
Las dos naturalezas de Jesús no están mezcladas juntas, ni están combinadas en una nueva naturaleza Dios-hombre. Están separadas pero funcionan como una unidad en la persona de Jesús. No se opone una a la otra, sino que actúan en perfecta armonía. Esto es llamado La Unión Hipostática.
Jesucristo era llamado "Hijo de Dios", porque era verdadero Dios.
Juan 10,33.36
Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.»...a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿Cómo le decís que blasfema por haber dicho: "Yo soy Hijo de Dios"?
Mateo 26,63-65
Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: «Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» Dícele Jesús: «Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo.»
Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia.
Como podemos ver, decir que Jesús era el Hijo de Dios, equivalía a decir que Él era Dios. O bien, Jesucristo era un mentiroso o verdaderamente era lo que decía ser, es decir, Dios. La respuesta, ya la sabemos. Sin embargo, los judíos no creían.
Juan 19,7
Los judíos le replicaron: «Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.»
El Apóstol San Juan, escribió su Evangelio para que creyéramos que Jesucristo era Dios.
Juan 20,31
Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
También a Jesucristo se le llamaba "hijo del hombre", porque era verdadero hombre.
Dios es espíritu puro, Él no necesita de cosas materiales, pero los hombres, la naturaleza humana sí.
Lucas 7,34
Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: "Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores."
Juan 5,26-27
Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
Los siguientes textos podrán ayudar a ver las dos naturalezas de Jesús “en acción”:
Mateo 2,2.11
diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»
Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
Las dos naturalezas de Jesús no están mezcladas juntas, ni están combinadas en una nueva naturaleza Dios-hombre. Están separadas pero funcionan como una unidad en la persona de Jesús. No se opone una a la otra, sino que actúan en perfecta armonía. Esto es llamado La Unión Hipostática.
HIJO DE DIOS
Jesucristo era llamado "Hijo de Dios", porque era verdadero Dios.
Juan 10,33.36
Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.»...a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿Cómo le decís que blasfema por haber dicho: "Yo soy Hijo de Dios"?
Mateo 26,63-65
Pero Jesús seguía callado. El Sumo Sacerdote le dijo: «Yo te conjuro por Dios vivo que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.» Dícele Jesús: «Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo.»
Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestidos y dijo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia.
Como podemos ver, decir que Jesús era el Hijo de Dios, equivalía a decir que Él era Dios. O bien, Jesucristo era un mentiroso o verdaderamente era lo que decía ser, es decir, Dios. La respuesta, ya la sabemos. Sin embargo, los judíos no creían.
Juan 19,7
Los judíos le replicaron: «Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.»
El Apóstol San Juan, escribió su Evangelio para que creyéramos que Jesucristo era Dios.
Juan 20,31
Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
HIJO DEL HOMBRE
También a Jesucristo se le llamaba "hijo del hombre", porque era verdadero hombre.
Dios es espíritu puro, Él no necesita de cosas materiales, pero los hombres, la naturaleza humana sí.
Lucas 7,34
Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: "Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores."
Juan 5,26-27
Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
Los siguientes textos podrán ayudar a ver las dos naturalezas de Jesús “en acción”:
JESÚS COMO DIOS VERDADERO
Recibe adoración.
Mateo 2,2.11
diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»
Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
No tuvo pecado.
Hebreos 4,15
Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.
Es omnisciente, todo lo conoce.
Juan 2,24-25
Pero Jesús no se confiaba a ellos porque los conocía a todos y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que hay en el hombre.
Juan 21,17
Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.
Da vida eterna.
Juan 10,28
Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.
Él es el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin, el Todopoderoso.
Apocalipsis 1,8
Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, «Aquel que es, que era y que va a venir», el Todopoderoso.
Apocalipsis 22,12-13.20
Mira, vengo pronto y traigo mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su trabajo.
Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin...Dice el que da testimonio de todo esto: «Sí, vengo pronto.» ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
JESÚS COMO HOMBRE VERDADERO
Adoró al Padre como su Dios.
Juan 17,3
Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo.
Oró al Padre.
Juan 11,21-22.40-42
Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»...Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?»
Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado.
Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.»
Mateo 4,1
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Lucas 2,52
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Mateo 24,36
Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
Marcos 15,39
Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»
Lucas 24,39
Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.»
CONCLUSIÓN
Esta es la unión hipostática, Jesucristo, una Persona, totalmente Dios y totalmente hombre. Un gran misterio, en parte, incomprensible para nosotros. Pero después de todo, ¿Qué mente puede abarcar por completo a Dios?
Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.»...Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?»
Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado.
Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.»
Fue tentado a cometer pecado.
Mateo 4,1
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Creció en sabiduría y conocimiento.
Lucas 2,52
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Había cosas que como hombre ignoraba.
Mateo 24,36
Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre.
Pudo morir.
Marcos 15,39
Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»
Tiene un cuerpo de carne y huesos.
Lucas 24,39
Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.»
CONCLUSIÓN
Esta es la unión hipostática, Jesucristo, una Persona, totalmente Dios y totalmente hombre. Un gran misterio, en parte, incomprensible para nosotros. Pero después de todo, ¿Qué mente puede abarcar por completo a Dios?