sábado, 5 de noviembre de 2016

LITURGIA

ELEMENTOS MATERIALES DE LA LITURGIA
Báculo Pastoral





 La mención más antigua del báculo pastoral ( baculus, pedum, ferula, cambuta ) como insignia litúrgica de los obispos y de los abades, quizá es la contenida en una rúbrica del Liber Ordinum español, que remonta al menos al siglo VII, relativa a la consagración de un abad: Tradetur ei baculum ab episcopo . En un época un poco posterior es recordado por el canon 28 del IV Concilio de Toledo (633) por San Isidoro de Sevilla, que ve en él el símbolo de la autoridad episcopal. Lo mismo encontramos en Inglaterra, en el Penitencial de Teodoro de Canterbury (+690).

    El uso del báculo sin embargo, debía ser más antiguo, si efectivamente alude a él una frase del Papa Celestino I (423-432) dirigida a los obispos de la Narbonense. Algunos han querido ver en el báculo una imitación de una costumbre oriental, basándose para ello en un discurso de S. Gregorio Nacianzeno. De todas manera no tenemos representaciones de báculos anteriores al siglo VIII, ya que no pocos báculos conservados en las viejas catedrales de Europa, atribuidos a personajes apostólicos o sub-apostólicos no pueden considerarse auténticos.

    En el siglo IX era insignia común a todos los obispos de la Galia. Carlos el Calvo en una carta al Papa Nicolás, escribía a este propósito del arzobispo Etton: Omnes suffraganei qui eo absente ordinati fuerant, anulos et báculos et suae confirmationis scripta, more gallicarum Ecclesiarum, ab eo (archiepiscopo) acceperunt .

    Se discute si en Roma el papa lo llevaba. En el siglo X hay una referencia a una ferula pontificalis , ya que a propósito de la deposición del papa Benedicto V (933) se narra que estos pallium sibi abstulit quod simul pontificali ferula, quam manu gestabat, domino papae Leoni VIII reddidit, quam ferulam idem papa fregit . Pero quizá tal férula era insignia de la potestad temporal, de otro modo no se explica que dos siglos después, Inocencio III (+1266) afirmase que: Romanus Pontifex pastorali virga non utitur . Esta particularidad, debida sencillamente al mantenimiento de la antigua tradición romana, viene explicada por una curiosa leyenda: San Pedro habría entregado su báculo a San Marcial, enviado en misión a la Galia, para resucitar a San Austricliniano, su compañero, muerto inesperadamente por el camino. Aún hoy en día el papa no usa báculo, sino la férula papal, con la cruz.

    La forma más antigua del báculo pastoral era la de un asta de madera acabada o en una bola o una cruz, como se ve en el famoso Díptico de Monza, o bien terminada en un pequeño travesaño horizontal de hueso o marfil a manera de tau griega, de donde el nombre de Tau dado a estos báculos. El tau de San Heriberto, arzobispo de Colonia, a principio del siglo XI, está esculpido bellamente en marfil.

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