viernes, 23 de junio de 2017

MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO - ESPIRITUALIDAD

MISTERIOS GOZOSOS
(Lunes y Sábado)

    Los Misterios de Gozos, los primeros que consideramos, nos invitan a contemplar los hechos que tuvieron lugar al comienzo, desde la encarnación de Jesús en el seno virginal de María, hasta que cumplió 12 años y participó con sus padres María y José, en la Fiesta de Pascua en Jerusalén, tal y como era mandado por la ley de Moisés.


CUARTO MISTERIO GOZOSO

JESÚS ES PRESENTADO A DIOS, EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN, Y MARÍA HACE LA OFRENDA PARA SU PURIFICACIÓN

Del Evangelio según San Lucas: (2,2124)

    A los ocho días circuncidaron al niño y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María, antes de que estuviera encinta. Cuando se cumplieron los días en que María debía purificarse según la ley de Moisés, llevaron el niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: "Todo primer hijo varón será consagrado al Señor". Fueron pues a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: dos tórtolas o dos pichones.

REFLEXIÓN

    Dios Padre no quiso excluir a su Hijo de nada, ni hacerlo distinto de ningún ser humano. Jesús es verdadero Dios como su Padre, y verdadero hombre como nosotros. Nos lo dice la Carta a los Hebreos: "... probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado” (Hebreos 4,15). Por eso, José y María cumplieron con él todas las leyes y costumbres relativas al nacimiento de un niño en Israel.

    En la circuncisión Jesús fue admitido en el pueblo de Dios, y derramó sus primeras gotas de sangre por la salvación de la humanidad. El mismo nombre de Jesús, que entonces le fue impuesto, significa "Dios salva".

    Jesús es Dios que nos salva, Dios que nos libera de las ataduras del pecado y de la muerte eterna. Jesús es Dios que sana nuestro corazón y nuestra vida, Dios que con su amor compasivo y misericordioso se agacha hasta nosotros y nos levanta. Dios que renueva nuestro ser entero con su amor y su gracia.

    En este cuarto misterio del Rosario, meditemos en lo que significa para la humanidad entera que Jesús, el hijo de Dios se haya encarnado, y se haya hecho presente en medio de nosotros.

    ¿Qué sería de nosotros sin Jesús?... ¿Qué sería del mundo sin Jesús?... ¿Hasta dónde podríamos llegar sin el amor de Dios manifestado en él?... ¿Hasta dónde podríamos llegar, con el pecado haciendo de las suyas en nuestra vida y en nuestra historia?...


INTENCIÓN

    Ofrezcamos esta decena del Rosario, por todas las familias del mundo. Para que sean un lugar propicio para el crecimiento y desarrollo adecuado de los niños y de los jóvenes. Que los padres y las madres comprendan que su responsabilidad de dar amor a sus hijos y educarlos en el respeto, es una gran tarea en favor de ellos mismos y de toda la sociedad, y que en esto nadie los puede sustituir ni reemplazar.



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