domingo, 30 de julio de 2017

EVANGELIO - SAN MATEO 13,31-35

TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA XVII
31 de Julio

    Libro del Exodo 32,15-24.30-34. 

    Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de otro.
    Esas tablas eran obra de Dios, y la escritura grabada sobre ellas era escritura de Dios.
    Al escuchar el ruido de las aclamaciones que profería el pueblo, Josué dijo a Moisés: "Hay gritos de guerra en el campamento".
    Pero Moisés respondió: "No son cantos de victoria, ni alaridos de derrota; lo que oigo son cantos de coros alternados".
    Cuando Moisés estuvo cerca del campamento y vio el ternero y las danzas, se enfureció, y arrojando violentamente las tablas que llevaba en sus manos, las hizo añicos al pie de la montaña.
    Después tomó el ternero que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta pulverizarlo. Luego esparció el polvo sobre el agua, y se la hizo beber a los israelitas.
    Moisés dijo a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo indujeras a cometer un pecado tan grave?".
    Pero Aarón respondió: "Te ruego, señor, que reprimas tu enojo. Tú sabes muy bien que este pueblo está inclinado al mal.
    Ellos me dijeron: "Fabrícamos un dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto".
    Entonces les ordené: "El que tenga oro que se desprenda de él. Ellos me lo trajeron, yo lo eché al fuego, y salió este ternero".
    Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado".
    Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro.
¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito".
    El Señor le respondió: "Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí.
   Y ahora vete. Lleva a este pueblo hasta el lugar que yo te indiqué: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el momento, los visitaré para castigarlos por su pecado".


Salmo 106(105),19-20.21-22.23.

En Horeb se fabricaron un ternero,
adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria
por la imagen de un toro que come pasto.

Olvidaron a Dios, que los había salvado
y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo.

El Señor amenazó con destruirlos,
pero Moisés, su elegido,
se mantuvo firme en la brecha
para aplacar su enojo destructor.


    Evangelio según San Mateo 13,31-35.
   
    Jesús propuso a la gente otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.
    En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas".
    Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa". Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

Fuente: ©Evangelizo.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario