sábado, 15 de julio de 2017

SUMA TEOLÓGICA - SANTO TOMAS DE AQUINO



    Objeciones por las que parece que Dios entra en la composición de los demás seres:

  1. Dice Dionisio en el c.4 de Cael. Hier.: La deidad, que está sobre el ser, es ser de todos.Pero el ser de todos entra en la composición de cada uno. Por lo tanto, Dios entra en la composición de los demás seres.

  2. Dios es forma, pues como dice Agustín en el libro De verbis Domini: La Palabra de Dios(que es Dios) es una cierta forma no formada. Pero la forma es parte del compuesto. Por lo tanto, Dios es parte de algún compuesto.

  3. Son idénticas aquellas cosas que existen y de ningún modo se diferencian. Dios y la materia prima existen y de ningún modo se diferencian. Luego son enteramente idénticas. Pero la materia prima entra en la composición de las cosas. Luego también Dios. Prueba de la proposición media: Las cosas que se diferencian, se diferencian por tener cosas diferentes, por eso necesitan ser compuestos; es así que Dios y la materia prima son absolutamente simples, luego de ningún modo se diferencian.


    Contra esto: está lo que dice Dionisio en el 2 c. De div. Nom.: En Dios no hay tacto ni tiene nada en común con lo que se puede mezclar. También dice en el libro De Causis: La causa primera gobierna todas las cosas sin mezclarse con ellas.


    Respondo: Sobre lo que estamos tratando ha habido tres errores.
 
  1) Unos propusieron que Dios fuese el alma del mundo como nos cuenta Agustín en el l.VII De Civitate Dei. A estos pertenecen también los que sostenían que Dios era el alma del primer cielo.

  2) Otros, por su parte, dijeron que Dios era el principio formal de todo. Se atribuye esta opinión a los almarianos. 

  3) El tercer error fue de David de Dinant, el cual, torpemente, propuso que Dios fuese la materia prima. Pues bien, todo esto es manifiestamente falso, ya que ni es posible que Dios entre de algún modo en composición de algo, ni como principio formal ni como principio material. 

  En primer lugar porque, ya lo dijimos (q.2 a.3), Dios es la primera causa eficiente. Y la causa eficiente no tiene con respecto a la forma del efecto el mismo número, sino sólo la misma especie. 

  Ejemplo: El ser humano engendra un ser humano. La materia, por su parte, no tiene con respecto a la causa eficiente ni el mismo número, ni la misma especie pues aquella está en potencia, ésta en acto. 

  Segundo, como quiera que Dios es la primera causa eficiente, le corresponde ser, en cuanto tal, el primer agente. Lo que entra en composición con algo no es, en cuanto tal, el primer agente, sino que lo es el compuesto. 

  Ejemplo: La mano no hace algo, sino que lo hace el hombre con la mano; o el fuego, que calienta por el calor. Se sigue de ahí que Dios no puede ser parte de algo compuesto. 

  Tercero, porque ninguna parte del compuesto puede ser en absoluto lo primero en los seres; tampoco lo puede ser la materia y la forma, que son las primeras partes de los compuestos. Pues la materia está en potencia, y la potencia, como quedó demostrado (q.3 a.1) es siempre posterior al acto. La forma que es parte del compuesto es forma participada; de este modo, así como el que participa de algo es posterior al que lo tiene por esencia, así también sucede al mismo participado. 

  Ejemplo: El fuego en lo que arde es posterior al fuego en sí mismo. Como quedó demostrado ya (q.2 a.3), Dios es absolutamente el primer ser.

    A las objeciones:

  1.
La deidad es ser de todo efectiva y ejemplarmente, no por esencia.

  2. La Palabra es la forma ejemplar, no la forma que es parte del compuesto.

  3. Las cosas simples no se diferencian de otras simples con otras diferencias. Esto es algo propio de los compuestos. 

  Ejemplo: El hombre se diferencia del caballo por las diferencias existentes entre racional e irracional. A su vez, estas diferencias no se diferencian entre sí por otras diferencias. Por eso no es correcto decir que se diferencian, sino que son diversas. Como dice el Filósofo en X Metaphys., diverso significa diferencia absoluta; diferente significa diferencia en algo. De este modo, y ciñéndonos a las palabras, Dios y la materia prima no se diferencian, sino que son diversos en cuanto tales. Por consiguiente, no se sigue que sean lo mismo.


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