viernes, 16 de febrero de 2018

EVANGELIO - SAN LUCAS 5,27-32

TIEMPO DE CUARESMA
SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA
17 de Febrero

    Libro de Isaías 58,9b-14.

    Así habla el Señor: Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.
    El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan.
    Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de moradas en ruinas".
    Si dejas de pisotear el sábado, de hacer tus negocios en mi día santo; si llamas al sábado "Delicioso" y al día santo del Señor "Honorable"; si lo honras absteniéndote de traficar, de entregarte a tus negocios y de hablar ociosamente, entonces te deleitarás en el Señor; yo te haré cabalgar sobre las alturas del país y te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob, porque ha hablado la boca del Señor.



Salmo 86(85),1-2.3-4.5-6.

Inclina tu oído, Señor, respóndeme,
porque soy pobre y miserable;
protégeme, porque soy uno de tus fieles,
salva a tu servidor que en ti confía.

Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor,
porque te invoco todo el día;
reconforta el ánimo de tu servidor,
porque a ti, Señor, elevo mi alma.

Tú, Señor, eres bueno e indulgente,
rico en misericordia con aquellos que te invocan:
¡atiende, Señor, a mi plegaria,
escucha la voz de mi súplica!




    Evangelio según San Lucas 5,27-32.

    Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme".
    El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
    Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa.
Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos.
    Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?".
    Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
    Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan".

Fuente: ©Evangelizo.org

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