domingo, 20 de mayo de 2018

EVANGELIO - SAN JUAN 19, 25-27

TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA VII
21 de Mayo

    Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14
    
    Después que Jesús subió al cielo, los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.

Palabra de Dios.




Salmo Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)

¡Tú eres el insigne honor de nuestra raza!

Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,
más que a todas las mujeres de la tierra;
y bendito sea el Señor Dios,
creador del cielo y de la tierra. 

Nunca olvidarán los hombres
la confianza que has demostrado
y siempre recordarán el poder de Dios. 


Aleluia

Eres feliz, santa Virgen María, y digna de toda alabanza; de ti nació el sol de la justicia, Cristo, nuestro Dios.





    Evangelio según San Juan 19, 25-27

    Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
    Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo.»
    Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre.»
    Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra del Señor.


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