jueves, 10 de mayo de 2018

GAUDETE ET EXSULTATE

CAPÍTULO PRIMERO
EL LLAMADO A LA SANTIDAD
La actividad que santifica

    
    30. Los mismos recursos de distracción que invaden la vida actual nos llevan también a absolutizar el tiempo libre, en el cual podemos utilizar sin límites esos dispositivos que nos brindan entretenimiento o placeres efímeros[29]. Como consecuencia, es la propia misión la que se resiente, es el compromiso el que se debilita, es el servicio generoso y disponible el que comienza a retacearse. Eso desnaturaliza la experiencia espiritual. ¿Puede ser sano un fervor espiritual que conviva con una acedia en la acción evangelizadora o en el servicio a los otros?

[29] Es necesario distinguir esta distracción superficial, de una sana cultura del ocio, que nos abre al otro y a la realidad con un espíritu disponible y contemplativo.

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