MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
Los Misterios Luminosos, introducidos en el Rosario por el Papa Juan Pablo II, nos invitan a contemplar cinco momentos de la vida pública de Jesús, de especial significación tanto para él como para nosotros.
SEGUNDO MISTERIO LUMINOSO
JESÚS REALIZA SU PRIMER MILAGRO,
EN LAS BODAS DE CANÁ DE GALILEA
Del Evangelio según san Juan: (2,1-11)
Se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús con sus discípulos. Y sucedió que se terminó el vino preparado para la boda... Entonces la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino". Jesús le respondió: "¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora. Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan lo que él les diga". Había allí seis recipientes de piedra... de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: "Llenen de agua esos recipientes". Y los llenaron hasta el borde. "Saquen ahora, les dijo, y
llévenlo al mayordomo". Y ellos se lo llevaron.
Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía... Y le dijo: "Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final".
REFLEXIÓN
Es una gran alegría que la primera manifestación pública de Jesús, su primer milagro, haya tenido lugar en una fiesta de bodas. Cuando se tiene verdadera fe, cuando se cree de verdad, es fácil entender que Dios que nos ama, quiere siempre lo mejor para nosotros, y que su voluntad salvadora no se opone nunca a nuestra felicidad, como muchos creen. Al contrario. La busca, desea dárnosla, hace todo lo que está a su alcance para que lleguemos a tenerla en plenitud. Pero la verdadera felicidad, no la aparente felicidad, la felicidad momentánea que nos dan los placeres del mundo, que también conducen al hastío.
Ser cristiano de verdad, discípulo auténtico de Jesús, es para nosotros una verdadera fiesta, una fiesta del amor y de la vida, una fiesta que llena nuestro corazón de alegría y de esperanza. Una fiesta que nos permite vislumbrar la eternidad bienaventurada y nos prepara para el encuentro cara a cara con el Dios que es Amor y Vida en plenitud. Un banquete de bodas en el que el mejor vino es Jesús mismo que se nos da como bebida de salvación.
INTENCIÓN
Ofrezcamos esta decena del Rosario por las personas que viven tristes por diversas circunstancias, y pidamos para ellas y también para nosotros, los dones de la alegría y de la paz
espiritual, aún en medio de las dificultades y problemas que a todos nos trae la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario