miércoles, 4 de julio de 2018

LITURGIA

El Templo y sus Partes


    “Toda iglesia parroquial ha de tener pila bautismal.” (CIC, 858). “La reunión del pueblo de Dios comienza por el Bautismo; por tanto, el templo debe tener lugar apropiado para la celebración del Bautismo y favorecer el recuerdo de las promesas del bautismo (agua bendita).” (Catec. I.C., 1185). De acuerdo con lo que se estipula en el ritual del Bautismo, la pila bautismal debiera estar cerca o adyacente al presbiterio, ya que todo el ritual guarda relación estrecha con los actos cuyas sedes naturales se encuentran en éste (la proclamación de la palabra, exhortaciones y homilías, bendición, etc.) Además, tal como se entiende y realiza hoy, en que la ceremonia incluye a numerosos miembros de la comunidad presentando a sus hijos en conjunto, el espacio debe ser lo suficientemente amplio para asegurar la debida participación (cfr. CEA). En lo posible, la pila será suficientemente sólida y estable, procurando que sea fija, y debe contar con desagües o pozo independiente en tierra (distinto del desagüe cloacal), como debe ser tratada toda el agua bendita después de usada (cfr. CEA). Las pilas bautismales son normalmente redondas u octogonales. La razón de utilizar el octógono como forma geométrica se basa en su significado simbólico: El Domingo es el "octavo día", y se refiere a la regeneración de la creación realizada por la Resurrección de Cristo (cfr. Catec. I.C. 2174). La Iglesia ha visto en el Arca de Noé una prefiguración de la salvación por el Bautismo. En efecto, por medio de ella "unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvados a través del agua" (cfr. Catec. I.C. 1219). Este simbolismo se enlaza con la tradición judaica de circuncidar al niño a los ocho días de nacido (cfr. Génesis 17,12; Lucas 2,21; Filipenses 3,5).

Fuente: : Alejandro Hoese EL TEMPLO CATÓLICO

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