Vasos Sagrados
La patena. Es un complemento del Cáliz. Sobre ella dice el actual Misal: “Para consagrar las hostias puede convenientemente usarse una patena más grande, en la cual se deposite el pan tanto del celebrante como de los ministros y de los fieles” (n. 293). Por lo tanto, su tamaño dependerá de la afluencia de comulgantes; y también el número, si la comunión ha de ser administrada por varios sacerdotes o diáconos. No obstante, adviértase que siempre el copón queda como vaso sagrado, también para la comunión. Antiguamente las patenas eran de cuatro clases, lo mismo que los cálices: sacrificiales, ministeriales, ofrendarías y crismales, y servían para idénticos ministerios. Las actuales van tomando formas diversas.
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