miércoles, 15 de agosto de 2018

LITURGIA

Vasos Sagrados


    La patena. Es un complemento del Cáliz. Sobre ella dice el actual Misal: “Para consagrar las hostias puede conveniente­mente usarse una patena más grande, en la cual se deposite el pan tanto del celebrante como de los ministros y de los fieles” (n. 293). Por lo tanto, su tamaño dependerá de la afluencia de comulgantes; y también el número, si la comunión ha de ser administrada por varios sacerdotes o diáconos. No obstante, ad­viértase que siempre el copón queda como vaso sagrado, también para la comunión. Antiguamente las patenas eran de cuatro clases, lo mismo que los cálices: sacrificiales, ministeriales, ofren­darías y crismales, y servían para idénticos ministerios. Las actuales van tomando formas diversas.



Fuente: La Liturgia.org

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