martes, 14 de agosto de 2018

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - "¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?"

TIEMPO ORDINARIO
MIÉRCOLES DE LA SEMANA XIX
15 de Agosto

Homilía: Cuando aparece María el alma desborda de gozo
Hom. griega del siglo IV atribuida erróneamente a San Gregorio de Neocesarea, llamado el Taumaturgo, nº 2: PG 10, 1156s

«¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» (Lc 1,43)

    «En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre e Isabel se llenó del Espíritu Santo.» Es así como obra la voz de María, que llena a Isabel del Espíritu Santo. Como una fuente eterna, con su lengua profética anuncia a su prima un río de gracias, y hace remover y saltar de gozo los pies del niño retenido en su seno: ¡Figura de una danza maravillosa! Cuando aparece María, llena de gracias, todo desborda de gozo.

    «Entonces Isabel dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» Eres bendita entre las mujeres. Eres el principio de su regeneración. Nos has abierto el acceso libre al paraíso y has disipado nuestros antiguos dolores. No, después de ti, la multitud de mujeres ya no sufrirá más. Las herederas de Eva ya no temerán más su vieja maldición, ni los dolores de parto. Porque Jesucristo, el redentor de nuestra humanidad, el Salvador de toda la naturaleza, el Adán espiritual que cura las heridas del hombre terrestre, Jesucristo, sale de sus sagradas entrañas. «¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!»

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