TIEMPO ORDINARIO
MARTES DE LA SEMANA XXVIII
16 de Octubre
«Da limosna de lo que tienes, así todo en ti será puro» (Lc 11,41).
Si el mundo que busca a Dios supiera. Si supieran esos sabios que buscan a Dios en la ciencia, y en las eternas discusiones… Si supieran los hombres dónde se encuentra Dios, cuántas guerras se impedirían, cuánta paz habría en el mundo, cuántas almas se salvarían.
Insensatos y necios, que buscáis a Dios donde no está. Escuchad, y asombraos. Dios está en el corazón del hombre yo lo sé. Pero mirad, Dios vive en el corazón del hombre, cuando este corazón vive desprendido de todo lo que no es El. Cuando este corazón se da cuenta de que Dios llama a sus puertas (Ap 3,20), y barriendo y limpiando todos sus aposentos, se dispone a recibir al Único que llena de veras.
Qué dulce es vivir así, sólo con Dios dentro del corazón. Qué suavidad tan grande es verse lleno de Dios. Qué fácil debe ser morir así. Qué poco cuesta, mejor dicho, nada cuesta, hacer lo que Él quiere, pues se ama su voluntad, y aun el dolor y el sufrimiento, es paz, pues se sufre por amor. Sólo Dios llena el alma, y la llena toda.
Que vengan los sabios preguntando dónde está Dios. Dios está donde el sabio con la ciencia soberbia no puede llegar. Dios está en el corazón desprendido…, en el silencio de la oración, en el sacrificio voluntario al dolor, en el vacío del mundo y sus criaturas… Dios está en la Cruz, y mientras no amemos la Cruz, no le veremos, no le sentiremos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario