TIEMPO DE ADVIENTO
SÁBADO DE LA SEMANA III
SÁBADO DE LA SEMANA III
22 de Diciembre
San Luis María de Griñón de Montfort, presbítero
Tratado de la auténtica devoción a la Virgen María
«Porque ha mirado la humildad de su sierva»
(Lc 1,48).
María es la obra maestra acabada del Altísimo quien se reservó para sí el conocerla y poseerla… María es el manantial sellado y la Esposa fiel del Espíritu Santo donde él sólo tiene entrada. María es el santuario y el reposo de la Santísima Trinidad donde Dios mora con una magnificencia y divinidad mayor que en cualquier otro lugar del universo, sin exceptuar su morada sobre los querubines y serafines. A ninguna criatura le es permitida, por muy pura que sea, entrar en este santuario sino es por un gran privilegio.
Digo con los santos: María es el paraíso terrestre del nuevo Adán…Es el mundo grande y divino de Dios donde hay bellezas escondidas y tesoros inefables. Es la magnificencia del Altísimo, donde escondió, como en su seno, al Hijo único y con él todo lo que hay de excelente y precioso en el mundo. Oh, qué cosas tan grandes y escondido ha hecho Dios en esta criatura admirable, como ella misma se ve obligada a confesar, a pesar de su humildad profunda: “El Poderoso a hecho maravillas por mí.” El mundo no los conoce porque es incapaz e indigno de ello.
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