Hay gente que dice que Jesús es un mito y no un personaje histórico.¿Qué dice la Historia sobre ello?
Parte 3
3. Aparte de los 27 libros del Nuevo Testamento, que nos proporcionan informaciones de primera mano sobre Jesús, sobre su vida y su enseñanza, existen otros muchos escritos no bíblicos que atestiguan su historicidad.
Los primeros testimonios históricos a tener en cuenta son los de los padres llamados “apostólicos”, son los hombres o los escritos anónimos del periodo inmediatamente siguiente al de los apóstoles. Encontramos por ejemplo las cartas de Clemente de Roma (un colaborador cercano de san Pablo), de Ignacio de Antioquía (probable discípulo de Pedro y Juan), y de Policarpo de Esmirna (instruido por los apóstoles y constituido obispo por ellos), que comentan las Escrituras e ilustran a las comunidades cristianas sobre las diversas enseñanzas transmitidas por Jesús a los primeros discípulos.
Para ellos, y para toda la generación siguiente (del siglo II al siglo VI) los autores eclesiásticos, conocidos bajo el nombre más genérico de “Padres de la Iglesia”, como Eusebio de Cesarea, Ireneo de Lyon, Orígenes, Tertuliano, no tuvieron ninguna duda de que Jesús es un personaje histórico. Y su adhesión a sus enseñanzas es total.
En cuanto a los relatos apócrifos, que plantean a los historiadores tantos problemas de reconstitución a causa de la frágil fiabilidad de las tradiciones que transmiten, jamás ponen en duda la existencia de Jesús
Junto a estas fuentes, que ofrecen también un testimonio de los primeros balbuceos de la Iglesia tras la muerte de Jesús, otros escritos no cristianos del mundo antiguo mencionan la persona de Jesús sin poner jamás en duda su existencia.
Para ellos, y para toda la generación siguiente (del siglo II al siglo VI) los autores eclesiásticos, conocidos bajo el nombre más genérico de “Padres de la Iglesia”, como Eusebio de Cesarea, Ireneo de Lyon, Orígenes, Tertuliano, no tuvieron ninguna duda de que Jesús es un personaje histórico. Y su adhesión a sus enseñanzas es total.
En cuanto a los relatos apócrifos, que plantean a los historiadores tantos problemas de reconstitución a causa de la frágil fiabilidad de las tradiciones que transmiten, jamás ponen en duda la existencia de Jesús
Junto a estas fuentes, que ofrecen también un testimonio de los primeros balbuceos de la Iglesia tras la muerte de Jesús, otros escritos no cristianos del mundo antiguo mencionan la persona de Jesús sin poner jamás en duda su existencia.
Fuente: Aleteia - P. Guillaume de Menthière, sacerdote francés, profesor en la Escuela catedral (Colegio de los Bernardinos – París).
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