domingo, 24 de febrero de 2019

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - "Jesús cura al endemoniado epiléptico"

TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA VII
De la Feria. Salterio III

25 de febrero


    San Beda, in Marcum, 3, 38

24.
“¡Creo, ayuda a mi poca fe!”. Nadie llega de repente a la perfección y todos por lo mismo debemos empezar en la vida de la virtud por lo pequeño para llegar a lo grande, porque lo primero es el principio de la virtud, después su utilización, y por último su perfección. Mas como la fe crece por secreta inspiración de la gracia por los grados de sus méritos, puede suceder que el que aún no cree bien llegue en un solo momento de ser incrédulo a ser creyente.


27. “Jesús, tomándole de la mano, le levantó y él se puso en pie.” Curó el Salvador con el tacto de su piadosa diestra al que había convertido semejante a un muerto el enemigo impío. “Pero Jesús, cogiéndole de la mano, le ayudó a alzarse”, etc. De este modo, mostrando ser el verdadero Dios por su poder para salvar, mostró asimismo que tenía verdadera naturaleza humana por su manera de tocarle. El insensato Manes niega que el Salvador hubiera asumido verdaderamente la carne. Pero el mismo Salvador, volviendo a la vida a tantos enfermos y purificando e iluminando a tantos otros, condenó su herejía antes que apareciese.


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