viernes, 22 de febrero de 2019

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO - "Sermón: Orar es escuchar y obedecer"

TIEMPO ORDINARIO
SÁBADO DE LA SEMANA VI
Del Común de un mártir. Salterio II

23 de febrero

SAN POLICARPO, obispo y mártir. (MEMORIA)



    En la oración aprendemos a hacer bien lo que hacemos. Nuestro Señor se ponía siempre en oración antes de hacer algo grande; se retiraba en soledad a la montaña. Antes de comenzar su predicación y la conversión de las almas, se retiró durante cuarenta días. En el pasaje de hoy, le vemos transfigurarse y dejar ver un reflejo de su gloria a sus tres Apóstoles. Y se oyó la voz del Padre diciendo: «Este es mi Hijo, el Amado, escuchadle.» El supremo grado de la oración y por tanto de la perfección es, pues, obedecer al Padre y escuchar al Hijo. Cuando los Apóstoles se levantaron, porque habían caído al suelo, no vieron más que a Jesús sólo. Este es el grado supremo de la perfección: no ver más que a nuestro Señor en todo lo que hacemos.

    No hay que ver más que a Dios, buscarle sólo a Él, no tener más afectos que el suyo y así seremos felices. Las almas que han llegado a este grado de perfección ponen un cuidado muy particular en procurar estar siempre cerca de nuestro Señor crucificado en el Calvario, porque allí le encuentran más solo que en ninguna otra parte. Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario