miércoles, 31 de agosto de 2016

CAMINANDO HACIA EL DIRECTORIO CATEQUÍSTICO ARGENTINO

La iniciación cristiana, una responsabilidad comunitaria 
(El DÓNDE de la catequesis)


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La iniciación cristiana -transmisión de la fe y celebración sacramental, estrechamente ligadas en el mandato del Señor, forma parte integrante de la misión de la Iglesia, que es, y no puede dejar de serlo, universal, procurando alcanzar a todos los hombres y a todos los pueblos del mundo. Pero no puede ser propuesta de modo idéntico, sino adecuado a la condición de quienes se disponen a recibirla y a las circunstancias que los rodean. Por lo tanto, este itinerario catecumenal no será siempre uniforme, sino adaptado a la índole del interlocutor y a las distintas circunstancias de hecho existentes. Una cosa, en efecto, es el proceso de la iniciación vivido por un niño y otra por un adulto; una cosa es acompañar el proceso catecumenal de un nuevo miembro de una familia creyente, otra es proponer el catecumenado a un joven inmerso en una cultura urbana secularista, y otra recorrerlo con alguien que no haya oído hablar de Dios. En el caso de catecumenado para personas ya bautizadas, es necesario tener en cuenta la gracia bautismal recibida, por la cual ha sido iniciado en la vida cristiana, incorporado al misterio de Cristo. El catecumenado bautismal de adultos es un paradigma, que debe inspirar un “estilo catecumenal”, adaptado a las necesidades concretas y actuales de la nueva evangelización. Podríamos decir, en el caso de los ya bautizados, que el catecumenado es como un memorial de la propia iniciación cristiana en la Vida de Fe.

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