La formación de catequistas
69- La formación del catequista deberá tener como eje el desarrollo de su propia vocación específica, dando importancia principalmente a su formación espiritual; tiene, además, que guardar coherencia con el proyecto eclesial y pastoral de la comunidad (diocesana y parroquial). Uno de los aspectos más importantes en la formación es atender la espiritualidad de los catequistas. Esto hace especialmente a su vocación e identidad, y es una de las principales responsabilidades de los párrocos: el acompañamiento y formación de sus propias agentes pastorales.
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