miércoles, 13 de junio de 2018

LITURGIA

El Templo y sus Partes


    El atrio y la puerta A la nave se accede a través de un atrio y de una puerta de entrada. Mientras que el atrio es el espacio que significa la acogida materna de la Iglesia, la puerta es el elemento significativo del Cristo, "puerta" del rebaño (cfr.Gv 10,7). El posible programa iconográfico de la puerta central deberá basarse en estos valores. Las dimensiones de la entrada no sólo deben ser proporcionales a la capacidad de la nave, sino también a las exigencias del paso de las procesiones solemnes. El atrio deberá prever la colocación de pilas de agua bendita para los fieles cuando llegan. A diferencia del umbral, que es un espacio abierto, el atrio es un espacio cerrado o cuasicerrado (p.ej. encolumnado o en forma de galería), que forma parte de la antesala del templo. Dado que estos espacios suelen usarse también para exponer informaciones murales (carteles), habrá que diseñar elementos muebles apropiados para esta función. “No debemos olvidar que las celebraciones no se realizan solo y exclusivamente en el interior. Muchas de ellas usan el ámbito exterior creado por la arquitectura para desarrollarse plenamente” (cfr. CEA). Esto hace referencia a ritos que incluyen procesiones (p.ej. Domingo de Ramos) o la Liturgia de la Luz del Domingo de Resurrección, además de la recepción de los bautizados con sus padres y padrinos. “Este lugar de encuentro, que se llamó siempre atrio, deberá ser tenido presente siempre que fuera posible, en el proyecto de las iglesias, máxime teniendo en cuenta su carácter de espacio de transición entre el ámbito profano y el específicamente religioso”

No hay comentarios:

Publicar un comentario