El motivo de la fiesta del Sagrado Corazón no es otro que honrar con más amor y devoción el amor de Jesucristo, que lo hizo sufrir indecibles tormentos por nosotros e instituir, también por nosotros, el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. Para ser un verdadero adorador del Corazón de Jesús debemos honrar los sufrimientos que padeció el Salvador y reparar las ingratitudes de las que es objeto todos los días en la Eucaristía.
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