La cueva de Belén era pobre y además de pobre
estaba abandonada. Sin embargo, por allí fueron los pastores, cantaron los Ángeles y estaban adorándolo al Niño Jesús, la Virgen y San José.
En muchos templos el Señor está más abandonado que allí. Hay muchos cristianos que ni siquiera saben que Jesús está presente bajo los velas sacramentales, ni tienen idea delo que es la Santa Misa. El secularismo ha hecho estragos. Pero no es el momento de lamentarse, sino de luchar con toda nuestra fuerza para hacer descubrir quién está en el Sagrario y por qué se quedó escondido allí.
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